
HACER TERMAS DE NOCHE
Las termas de La Paz, Entre Ríos, gozan de esta particularidad. Se las puede disfrutar hasta entrada la noche. Lo que las vuelve únicas.
¿Qué tienen que ver Londres y Buenos Aires con La Paz, Entre Ríos? Poco, o mucho, de acuerdo a como te cuenten la historia.
En 1914, Buenos Aires poseía muchos rastros anglosajones y miraba a Europa mucho más de lo que imaginaríamos hoy.
Los porteños sentían orgullo de que la ciudad poseía algo de Londres, Madrid y París. No por nada, la única tienda Harrods fuera de su ciudad de origen se abrió en Buenos Aires en 1914.
Allí, en la manzana delimitada por Florida, la más tradicional de las calles porteñas, Paraguay, San Martín y Córdoba, se levantó el majestuoso edificio.
La aristocracia de aquellos años se había mudado al norte de la ciudad por la epidemia de la fiebre amarilla y la tienda Harrods se convertía en un lugar de encuentro de varias generaciones.
Persianas de color verde inglés, bronce y mármol en sus titánicas escaleras, vidrios gigantes que dejaban ver quién estaba del otro lado, la moda y los modelos de la época rendidos en los inmensos salones de su infinito interior.
La tienda Harrods demandaba varias horas para recorrerla y lograban que en su elegante salón de té todos den por terminada la odisea de compras.
Ellas, blusa, pollera y tacos altos. Ellos, traje, camisa y sombrero. Los más chicos pantalón corto, camisa y zapatos de cuero. Eran otros tiempos. Y en esos tiempos, dentro de la tienda se elaboraba uno de los mejores chocolates que tenía la ciudad en esos años.
Karen Baskay Alcaraz, la hoy dueña de la fábrica de chocolate Altos del Paraná fue parte de ese glorioso pasado donde una tía de su madre era la dueña de la chocolatería de Harrods y ella con tan solo 19 años comenzó a aprender las recetas suizas e inglesas con las que se daba vida a los mejores bombones y chocolates que tenía Buenos Aires por aquellos años….
Muchos años después, Karen se mudó a un lugar impensado, La Paz, Entre Ríos y después de la llegada del año 2000 sintió un impostergable llamado interno de continuar con un legado aprendido.
La llegada del complejo termal a la ciudad logró dar vida a una fábrica de chocolates bautizada como Altos del Paraná que rápidamente se convirtió en un nuevo atractivo turístico, y que desborda de chicos y grandes cuando termina un fin de semana largo o cuando en Semana Santa gana lugar el ritual de los huevos de Pascua.
No hay forma de resistirse a tal tentación.
Chocolates de todas formas y tamaños llenan los ojos de quién abre la puerta de entrada. Una vieja bruja con su escoba voladora revolotea el local, mientras decenas de duendes viejos observan inmutables a los niños y grandes cuando entran. Atrapa sueños de distintos materiales y formas caen del techo dando al lugar un toque de magia que los visitantes captan ni bien divisan esta pequeña casa que llama la atención tanto como la de los cuentos de Caperucita Roja, Hansen y Gretel o Charly y la fábrica de chocolate.
Bombones rellenos, mentas bañadas en chocolate, chocolates envueltos en celofán y en papel metalizado de todos colores, alfajores de infinitos sabores, de chocolate clásico, blanco, marroc, amargo, al rhum, con frutos del bosque, barritas combinadas con almendras, nueces y cereales, huevos de pascuas, budines y todo lo que pueda ser moldeado con chocolate, corazones, rosas, conejos, etc, etc
En Florida 877, Buenos Aires inauguraba en 1914 la única sucursal fuera de Inglaterra de los almacenes creados por Charles Henry Harrod en el londinense barrio de Knightsbridge.
Poco más de un siglo más tarde y sobre las barrancas que dan al río Paraná, de una pequeña casa de cuentos siguen naciendo chocolates únicos y se respira el aroma a recetas inimitables que la historia, habrá que preguntarle los motivos, quiso sigan vivas en La Paz, Entre Ríos.
Paseo familiar, destino turístico, visita obligada, lo cierto es que la fábrica de chocolates ya es parte del adn paceño y hay que conocerla para dar por concluida la visita a esta hermosa ciudad del norte entrerriano.
Textos y fotos: Pablo Etchevers
Es el paseo ideal para visitar con los más chicos. Perdida en el bosque y frente al río, esta fábrica-casa de cuento guarda historias increíbles que seguramente te contarán sus dueños, Karen y Osvaldo. Imposible no comprar algo....!!!!
Las termas de La Paz, Entre Ríos, gozan de esta particularidad. Se las puede disfrutar hasta entrada la noche. Lo que las vuelve únicas.
La llegada del frío guarda un tesoro único que se aprecia a lo largo de todo el litoral: el florecimiento del lapacho. Este árbol guarda una leyenda única y logra el aplauso de todo aquel que no lo conoce.
La Fiesta del Surubí Entrerriano en la Paz, convoca con la llegada de cada otoño a cientos de pescadores que buscan hacer realidad el sueño de sacar “la bestia más grande ” y ganar el millonario concurso.
No tengo dudas de que allí probé las mejores empanadas de pescado de río desde que tengo memoria. Algo similar le ocurre al famoso chef Christophe Krywonis cuando viene a La Paz, Entre Ríos. ¡¡¡ Algo tendrán....!!!
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